Holy Cross Catholic Church

Browsing Fr. Emery's Blog

25th Sunday in Ordinary Time (Spanish) - September 20, 2020

Queridos amigos,La lectura del Evangelio de hoy nos llama la atención sobre uno de los aspectos más olvidados de nuestra fe, que nos convertimos en cristianos y, por lo tanto, en discípulos con un propósito: participar y participar en la obra de evangelización, la obra de hacer del mundo el reino de Dios. El mensaje del evangelio abarca el tema de la celebración de este domingo, que se acuñó como "Domingo de catequesis": "Recibí del Señor lo que también les entregué". En virtud de nuestro bautismo, todos estamos llamados a enseñar y compartir la buena noticia de nuestra salvación, y decir como san Pablo: “Ay de mí si no anuncio el Evangelio”.

Los múltiples encuentros y llamadas del propietario a los que están esperando mientras hay suficiente trabajo para hacer nos recuerdan nuestra propia actitud hacia la obra de evangelización: somos cristianos por el bien de construir el reino, sin importar en qué etapa de la vida estemos. Además, Dios nos dice que nunca es tarde para responder a Su llamado. Algunos responden en sus primeros años de vida como niños, otros como jóvenes, otros como adultos jóvenes y finalmente como personas mayores. Cada uno de nosotros escucha el llamado en un momento determinado, y se espera que respondamos con un "Sí" seguro sabiendo que Dios nos dará la oportunidad y la bendición de aportar nuestra contribución, sin importar cuán pequeña o grande sea. Simplemente les transmitimos a otros lo que hemos recibido del Señor.

Como muchos que responden al Arrendador que “nadie los contrató”, también podemos dar excusas una y otra vez para abstenernos de cumplir con la obra evangelizadora, y por tanto enterrar la gracia de nuestro discipulado. Podemos decir, "no sabemos qué hacer", o "el llamado a la nueva evangelización es desconcertante ya que nos parece demasiado nuevo", o "me siento cómodo donde estoy con mi fe ..." Sin embargo, el evangelio de hoy muestra Nosotros que lo importante es menos nuestra preocupación por nuestra capacidad de cambiar o contribuir que la disposición a aceptar el llamado y la capacidad de estar disponibles para Dios. Lo que damos a los demás, el testimonio de nuestra fe, nuestro compromiso con el discipulado y el valor para dar testimonio, todo esto se trata de Dios, no de nosotros.

Reunidos hoy para aprender de Cristo mismo, pidamos que nos lleve a donde Él quiere que seamos la diferencia y que participemos con valentía en la obra de evangelizarlo y llevarlo a las periferias, entre hermanos y hermanas, los más pequeños y los menos. afortunado con quien se identificó. Y continuemos orando unos por otros y por nuestra familia parroquial.

¡Que tengas un bendito domingo!

P. Emery

Subscribe

RSS Feed

Archive


Access all blogs

Subscribe to all of our blogs