Holy Cross Catholic Church

Browsing Fr. Emery's Blog

The Most Holy Trinity (Spanish) - May 30, 2021

Queridos amigos,

Hoy celebramos la solemnidad de la Santísima Trinidad. Este misterio, puedo decir, hay que contemplarlo más que comprenderlo. Porque somos incapaces de captar el misterio de Dios en plenitud. El misterio del amor insondable de Dios es aquel en el que estamos llamados a sumergirnos para poder dar fruto. Nuestra contemplación de la Santísima Trinidad nos permite abrazar y contemplar la verdad de que Dios solo puede ser conocido como una comunión inquebrantable de Tres Personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Esta comunión es la que todos estamos invitados a contemplar en nuestra vida diaria como creados a imagen y semejanza de Dios, además de ser elegidos como hijos de Dios por adopción a través de Jesucristo en el Espíritu Santo. Como hijos de Dios, queríamos ejemplificar la identidad de Aquel que nos llamó de las tinieblas a la luz. Cuando escuchamos a Cristo, el Espíritu Santo nos guía a toda la verdad: no solo que Cristo murió y resucitó por nosotros, sino que también nosotros morimos con él y nacemos a una nueva vida de amor y misericordia; vida de compasión y bondad.

Hijos de Dios, se nos recuerda la clase de Espíritu que hemos recibido y que siempre nos guiará en nuestro viaje diario. Hemos recibido el Espíritu de valentía, un Espíritu de adopción. Ese mismo Espíritu es el que nos impulsa a ir y proclamar lo que hemos oído y visto. Lo que hemos escuchado es que Cristo es el Hijo amado de Dios que murió por nosotros, para traernos de regreso a nuestra verdadera identidad. Lo que hemos visto es que Cristo resucitó de entre los muertos para darnos vida eterna. Por nuestra parte, debe esperarse un compromiso y una entrega a la misión de Dios en el mundo. Estamos hechos para la "missio Dei". Y el núcleo de esta misión es proclamar el reino de Dios haciendo discípulos.

Cumplir esta misión en el mundo de hoy es un desafío continuo. Porque el mundo siempre se negará a abrazar la Luz. La comunión y la unidad entre los discípulos de Cristo será la fortaleza. Ejemplificando el amor y la comunión que son la esencia de la Santísima Trinidad, los llamados a la viña de Dios están destinados a construir una sociedad más justa, arraigada en el amor y la misericordia. Porque escuchar a Cristo es atenerse al mayor mandamiento: amar a Dios con todo nuestro corazón, con todo nuestro espíritu, y amar al prójimo como a nosotros mismos.

A medida que experimentamos los frutos de la Santísima Trinidad en nuestra vida diaria, sigamos esforzándonos por ser los canales que el amor de Dios llega al mundo a través de nuestro servicio fiel a Dios y los unos a los otros. Y sigamos orando unos por otros y por nuestra familia parroquial.

P. Emery

Subscribe

RSS Feed

Archive


Access all blogs

Subscribe to all of our blogs