Holy Cross Catholic Church

Browsing Fr. Emery's Blog

14th Sunday in Ordinary Time (Spanish) - July 9, 2023

Queridos amigos,

El fin de semana pasado reflexionamos sobre la bondad y la hospitalidad como dos virtudes fundamentales del discipulado. Son signos por los que el mundo descubre quiénes somos. Somos hospitalarios y amables porque son parte de nuestra identidad como discípulos.

Hoy Jesús nos enseña la compasión. Quiere que aprendamos de él. En primer lugar, Él nos llama a Él cuando dice: “Venid a mí todos los que estáis cargados, y encontraréis descanso”. Una y otra vez, experimentamos estas palabras de Jesús en las lecturas del evangelio cuando se nos dice que “se compadecía” cada vez que veía a la multitud. La compasión es preocuparse por los demás y estar dispuesto a compartir sus apuros, penas y penas. Los hacemos nuestros mientras mostramos apoyo a otros en sus luchas. La compasión se basa en la bondad. Jesús nos lo revela a lo largo de su vida. Nos muestra que la compasión y la bondad no son solo cuestiones de sentimientos. Más bien son esa fuerza que nos mueve del ámbito de los sentimientos a las acciones. Es por eso que la sanidad y la alimentación fueron parte del paquete que ofreció durante su ministerio.

Todos nosotros, de una u otra manera, experimentamos el peso de nuestras vidas. Una y otra vez nos sentimos frustrados, desanimados e incluso desorientados. El Señor nos ofrece sus hombros para llevar cada carga por nosotros; nos llama a confiar en él. Porque sólo con él y en él podemos encontrar consuelo y paz. Piensa hoy en todo lo que es una carga para ti, y llévaselo hoy. Ponlo en sus pies y deja todo allí para que él lo transforme en fuente de consuelo y fortaleza. Jesús nunca nos falla. Él hace lo que dice. Él camina la charla. Hoy, como siempre, él es todo para ti. Simplemente acércate a él y recuéstate sobre su hombro para encontrar descanso y consuelo.

Lo segundo que tomamos de la lectura del evangelio de hoy es la realidad de nuestra confusión sobre el camino a seguir mientras nos esforzamos por vivir como discípulos. Aquí también, Jesús nos ofrece una salida. Él dice: “Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón”. Como nuestro maestro, se espera que nosotros, sus discípulos, aprendamos de él. Si podemos ser capaces de mostrar compasión y bondad, es justa y precisamente porque aprendemos de él que es la Misma Compasión y Bondad. Seguramente escuchará esto: “la bondad y la compasión también se pueden aprender del mundo, donde vemos personas amables y compasivas”. Si bien esto puede ser cierto, yo diría que es solo una verdad a medias. Esto se debe a que la compasión y la bondad del mundo están la mayor parte del tiempo contaminadas con sentimientos discretos u ocultos de autorrealización. Con Jesús, la bondad y la compasión son parte de lo que somos, es decir, discípulos que aprenden del Maestro. Para nosotros, discípulos del Señor, la bondad y la compasión son nuestras etiquetas de identificación, nos definen. Y sacamos todo de lo que celebramos en el altar del Señor, el Sacramento del amor abundante e infinito de Dios por el mundo. Por lo tanto, como discípulos, aprendemos del Señor a guiar a otros a través de nuestro compromiso de servir y señalarles a Aquel cuya compasión y bondad son eternas.

Mientras ofrecemos este sacrificio de alabanza y acción de gracias a Dios, continuamos orando unos por otros y por nuestra familia parroquial.

P. Emery

Subscribe

RSS Feed

Archive


Access all blogs

Subscribe to all of our blogs