Dear friends,
Hay mucho que compartir este fin de semana. Pero primero digamos unas palabras sobre las lecturas de hoy.
Hoy en día es mucho más fácil pasar por alto una situación o poner excusas para tomar medidas para corregir una mala acción. Una y otra vez escuchamos “no es asunto mío”. Y pecamos por omisión. Por otro lado, parece más fácil chismorrear o contar historias sobre personas de nuestro alrededor que se caen o cometen errores. Esto comienza siempre con las sugerentes preguntas “¿escuchaste sobre esto o aquello?” o “¿viste esto o aquello…?” Entonces nos involucramos en menospreciar la reputación de otra persona y, al mismo tiempo, no logramos marcar la diferencia.
Hoy la lectura de las Escrituras nos dice que ninguna de estas dos actitudes es una expresión de amor. Todo lo contrario. Se nos enseña cómo ganar a un hermano o hermana para Cristo. Respeto, amor y consideración por un hermano o hermana que muestra debilidad en sus decisiones es lo que Jesús nos enseña hoy. Jesús nos da el camino hacia la corrección mutua a través de un proceso de tres pasos. En primer lugar, hablar con la persona personalmente para conquistarla; lo que significa convencerlos para que abandonen sus malas acciones. Si esto falla, damos el segundo paso que es confrontar a la persona en presencia de dos o tres testigos. En tercer lugar, si el segundo paso también fracasa, llevar a la persona ante toda la Iglesia. El último paso debe considerarse relacionado con un asunto de carácter serio y público. Pero en general, la idea detrás de este proceso es que si debemos tratar de corregirnos unos a otros, debemos hacerlo por amor.
Ahora a otra información. Esta semana están previstas dos celebraciones. El primero es el martes 12 de septiembre, después de la conmemoración del trágico acontecimiento del 11 de septiembre. Nos gustaría honrar a aquellos entre nosotros que día tras día sacrifican todo para protegernos. Mientras levantamos las almas de aquellos que perdieron la vida en ese Día de oscuridad, la celebración es también una muestra de gratitud para aquellos que aún viven y una expresión de nuestro apoyo indefectible. Así que unámonos para la celebración de la Eucaristía el martes a las 7 pm. Traiga a un amigo para mostrarle nuestro amor por los socorristas, los bomberos, los agentes de policía, el personal médico y el personal de seguridad. La segunda celebración es nuestra Fiesta Parroquial, que es el jueves 14 de septiembre: Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz. Celebramos la Cruz ya no como un árbol de vergüenza sino como fuente de nuestra salvación y nuestra única esperanza. Por lo tanto, los invito a todos y cada uno de nosotros a asistir a la celebración de la Eucaristía en honor de nuestra Parroquia mientras nos reunimos y trabajamos juntos en el proceso de construir una comunidad de discípulos llamados a ser testigos de la gloriosa victoria de la Cruz. Feliz Día de Fiesta para nosotros y para todos los que nos encuentren y encuentren el rostro de Jesucristo brillando en y a través de cada uno de nosotros.
P. Emery