Queridos amigos,
¡Felices Pascuas! Cristo ha Resucitado, Aleluya! Ha resucitado verdaderamente, ¡Aleluya!
Hoy celebramos la Resurrección de nuestro Señor. San Pablo dice: “… si Cristo no ha resucitado, vuestra fe es vana…” Hoy celebramos esa verdad indudable: Cristo ha resucitado de entre los muertos.
Ahora, ¿qué significa esto para nosotros? Que nuestros pecados sean perdonados y que seamos renovados como nuevas criaturas. Dejamos atrás todas nuestras viejas formas de vida para abrazar la nueva vida en Cristo. Renovar es diferente y contradictorio a posponer o retrasar. Significa que verdaderamente somos gente nueva porque hemos sido lavados en la sangre del Cordero que fue inmolado. La imagen del huevo de pascua es inspiradora aquí. Celebrar la Pascua significa que estamos saliendo del cascarón, saliendo de nuestra propia burbuja a una nueva vida. Nacemos de nuevo.
Esta última expresión puede parecer más de mente evangélica o pentecostal. Pero, ¿no le dijo Jesús a Nicodemo que a menos que nazcamos de nuevo no podemos entrar en el reino de Dios? Nacer de nuevo significa aquí ser lavado en las aguas del bautismo y morir con Jesucristo en nuestros pecados y abrazar la vida nueva en Aquel que murió y resucitó de entre los muertos por nuestra salvación. Entonces, miremos y observemos a nuestro alrededor y descubramos las formas en que podemos reflejar la nueva vida en Cristo mientras proclamamos con San Pablo que “mi vida presente ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí”. En esta Pascua estamos llamados a dejar que Cristo viva en nosotros. Esto significa para nosotros dejar que el “hijo de Dios” en nosotros florezca y crezca.
Así que permítanme desearles a todos una Pascua feliz y bendecida.
A los que estuvieron lejos de la Iglesia y han vuelto, les doy la bienvenida a casa. Cristo nunca apartó sus ojos de ti. Vosotros sois sus amados y es también por vosotros que Él dio Su vida. Estamos muy contentos y bendecidos de que estés aquí y hayas elegido a Holy Cross para tu familia. Bienvenido de vuelta a casa y Felices Pascuas.
A nuestros huéspedes y visitantes, les doy la bienvenida a su familia. Gracias por elegir a Holy Cross para celebrar la victoria de Cristo sobre el pecado y la muerte. Somos bendecidos de tenerte con nosotros. Que el Señor que trajo aquí continúe lo que ha comenzado en ti y en tus seres queridos.
A nuestros feligreses aquí en Holy Cross, me gustaría desearles a todos una Pascua feliz y bendecida. Que el Señor, que tomó sobre sí nuestros defectos y enfermedades, os traiga a vosotros y a vuestros seres queridos su paz que nadie os podrá quitar. Y que la renovación que nos traiga nos saque a todos de las cenizas de nuestro quebrantamiento para resucitar con Él a una vida nueva.
Felices y Bendecidas Pascuas para todos.
P. Emery